Skip to main content

La internacionalización es una de las principales vías de crecimiento y expansión de cualquier empresa, pymes incluidas. En épocas de crisis del mercado nacional, cuando la demanda interna se estanca, y las ventas caen, la búsqueda de nuevos mercados para encontrar nuevos clientes potenciales ya no es una oportunidad a aprovechar, sino que se convierte en una necesidad.

Con la internacionalización, la empresa puede obtener:

  1. Mejora de la competitividad, lo que revierte en mejores resultados en su mercado natural, efecto más directo y a corto plazo
  2. Mejor conocimiento de la oferta internacional lo que supone una mejor defensa competitiva del negocio y un enfoque estratégico más adecuado
  3. Uso de capacidad productiva excedentaria de la empresa
  4. Encuentro de nuevos clientes potenciales

Sin embargo, España no es uno de los países con mayores exportaciones del mundo sino que se sitúa en la decimosexta posición del ranking mundial con una participación del 1,96%, por debajo de China, Estados Unidos, Alemania o Japón, entre otros, según un artículo del ABC.

InternacionalizaciónPero, ¿por qué sigue habiendo muchas pymes sin exportar? Una de las principales barreras de la pyme española radica en la cultura empresarial existente. Empresarios convencidos de que el mercado local sigue siendo el objetivo de su negocio. El miedo a lo desconocido, a asumir riesgos empresariales, etc. sigue siendo un obstáculo en la internacionalización de las pymes. Además, existen otras barreras como la falta de financiación, falta de personal cualificado o la falta de idiomas, una de las grandes asignaturas pendientes de los españoles.

Sin embargo, la internacionalización es algo más que saber idiomas o conseguir financiación, exige tener un plan estratégico, un plan de gestión del cambio. Tenemos que contestar preguntas como:

  • ¿la dirección de la empresa está implicada?
  • ¿el producto o servicio es competitivo?
  • ¿la empresa cuenta o puede contar con personal cualificado?
  • ¿se cumplen los compromisos?
  • ¿la empresa cuenta con los recursos necesarios (financiación, capacidad productiva…)?

Una vez respondidas y antes de tomar la decisión de exportar es necesario realizar un diagnostico previo interno y estimar los costes de salir fuera. Una vez realizado dicho análisis, hay que elegir el mercado idóneo teniendo en cuenta aspectos como la normativa, las divisas, los medios de cobro, público objetivo, etc.  Finalmente, se investiga el mercado extranjero y se elabora un plan comercial.

Las empresas necesitan ante todo desmitificar el proceso de salida al exterior, dedicar recursos (en muchas ocasiones tiempo) y cambiar la cultura. Casi todo ello  precisa ayuda, constancia y  un proceso de aprendizaje y adaptación, en el que es necesario unificar esfuerzos.

Afortunadamente, cada vez son más las empresas que llevan a cabo estos cambios y deciden internacionalizarse y la mayor parte de las que se emplean a fondo en esta aventura consiguen, aunque con esfuerzo, llegar a buen puerto.