Como ya vimos en el post sobre el análisis externo para la internacionalización, uno de los principales análisis a realizar para la internacionalización es la priorización de productos o servicios de la empresa.
Para ello, nos basamos en el principio de Pareto, conocido también como la regla 80-20. Pareto observó que la gente se dividía naturalmente entre los “pocos de mucho” y los “muchos de poco”, se establecían así dos grupos de proporciones 80-20, es decir, un 20% de la población ostentaba un 80% de algo, mientras que el 80% de la población se conformaba con el 20% de lo mismo.
Adaptado a nuestro caso, el principio de Pareto nos dice que el 80% de los resultados de una empresa están en el 20% de los productos o servicios de la misma. Esta teoría se cumple en todas las empresas, independientemente de su tamaño o capacidad financiera, aunque las cifras son arbitrarias y pueden variar.
Para salir al exterior la empresa debe seleccionar bien los productos o servicios que le servirán de “punta de lanza”, es decir, con los que realmente puede tener éxito en el mercado exterior, los 2-4 productos o servicios que le supongan el 80% de los resultados. Sin embargo, se debe tener en cuenta la cultura y la forma de vida de cada país, ya que no todos los productos que sean un éxito en España se venderán igual en otros países.
Una vez que la empresa ha seleccionado los productos o servicios estrella, realizará un catálogo específico para dichos productos y traducido, si hiciera falta, al idioma del país de destino o al idioma global, el inglés.
Las empresas deben tener en cuenta que no pueden dirigirse a todo el mercado con un mismo producto y mucho menos a públicos de diferentes países, por ello, la priorización de productos o servicios es un análisis fundamental que supone una de las bases más importantes para el éxito de nuestra empresa en el exterior.