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UE

El destino favorito de las pymes españolas sigue siendo la UE, este mercado supuso el 63% de las exportaciones españolas en 2012, a pesar de un descenso del 1.3% de las mismas con respecto al 2011. Además, estas exportaciones no sólo han decrecido este año, sino que han ido disminuyendo a lo largo de los últimos años al pasar de representar un 80% en 2007 a suponer el 63% en 2012.

Dentro de la UE, los países preferidos por los españoles para exportar son Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido.

Mientras las exportaciones a la UE van disminuyendo, han aumentado las exportaciones a destinos con mayor potencial de crecimiento como Oceanía, donde han crecido las ventas un 37.6% (la gran mayoría en Australia); África, con una mejora del 30.6% (sobre todo Marruecos y Argelia); América Latina con un crecimiento del 14.9% (sobre todo México y Venezuela),  y Asia con un 11.9% (sobre todo en Turquía y China).

Mapamundi

Por esto, cabe destacar la importancia de la diversificación geográfica de las exportaciones. A día de hoy, muchas empresas han sabido ver el potencial de crecimiento de los países emergentes como los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), África y Oriente Medio.

Pero, también, debemos tener en cuenta los riesgos que conlleva iniciar el proceso de internacionalización, especialmente en algunos países emergentes, en ese sentido, tal y como afirma la directiva de Cesce, “los países de fuera de la OCDE tienen riesgos intrínsecos a tener en cuenta, su nivel de crecimiento es bueno pero presentan carencias de desarrollo institucional y a nivel regulatorio”.

Por ello, para iniciar la internacionalización en los mercados emergentes se recomienda disponer de un equipo profesional y capaz de liderar este proceso. Las organizaciones deben destinar los recursos necesarios para conocer el entorno cultural del mercado: formas de entrada, potencialidad, dimensión, canales de comercio, comportamiento del mercado, etc. Según el profesor de Esade, Xavier Mendoza, una de las claves para internacionalizar una organización es “analizar y entender bien el mercado e identificar las diferencias respecto al mercado español en cuanto a clientes y competidores”

A la hora de salir al exterior no basta con ofrecer lo mismo que en el país de origen, sino que hay que saber adaptarse a las necesidades de los consumidores de cada mercado. Para ello, la innovación y la competitividad son factores esenciales a tener en cuenta.