Ante todo, hemos de tener en cuenta que la palabra “digitalización” no aplica solo a grandes empresas. La tecnología y transformación digital es aplicable para cualquier empresa, independientemente del sector, tamaño y actividad.
No nos debe asustar implementar procesos de digitalización a las empresas, pueden parecer algo complejos, pero que si cuentan con un plan ordenado y adaptado a los procesos y necesidades de la empresa, su implantación no lo es tanto.
Según el informe de “radiografía de la pyme 2018” elaborado por Sage Spain, el 97% de las pymes españolas no considera la digitalización como algo importante o prioritario, sin embargo es un proceso de aplicación vital para mejorar su productividad, su relación con clientes y optimizar su gestión empresarial.
Hoy os hablamos de las 10 claves para la correcta aplicación de la digitalización a una pyme:
- La digitalización no consiste en implementar una herramienta cualquiera, sino en definir y mejorar los procesos de la empresa para su optimización y mejora de la gestión.
- Diseñar un plan de digitalización. Solo un 19% de las pymes dispone de un plan estratégico de digitalización, este es un punto clave para la correcta transformación y adaptación de la empresa. Un proceso de estas características es una inversión a medio y largo plazo que ha de basarse en un plan estratégico que resuma las acciones, objetivos, responsables, timings, procesos y herramientas necesarias para su correcta implementación.
- Definición de objetivos e indicadores de medición. Se han de definir objetivos e indicadores que permitan a la empresa controlar y revisar cuanto ha beneficiado el cambio hacia la digitalización a su empresa, revisando cómo aplica y afecta a la productividad, mejora de la gestión y optimización de procesos. Sin indicadores, no se tiene conciencia de los resultados obtenidos.
- Planificación de acciones. No planificar, definir y poner fechas a las labores a realizar en la implementación de un plan de digitalización hará que se demore en el tiempo y no se termine ejecutando. Por ello es clave indicar responsables, fechas y acciones.
- La herramienta es un medio, no un fin. Las herramientas han de adaptarse a los procesos de la empresa, su actividad y necesidades concretas, no al revés. No tendremos una mejor empresa por tener un software más potente si no se adapta a lo que necesitamos.
- Involucración global de la empresa. La digitalización ha de ser una pieza clave y una visión de toda la empresa, de cualquier departamento y puesto de trabajo (empleados, colaboradores…). Solo cuando toda la empresa se involucra, se forma y se compromete con la transformación digital, ésta se puede realizar de una manera ordenada y eficiente.
- Formación digital. Es imprescindible que se forme al equipo en todo el proceso de implantación para que el uso de herramientas y aplicación e acciones y tareas asociadas sea lo más productivo y sencillo posible. La trasformación digital es un proceso que requiere inversión y tiempo pero que no debe distorsionar a la empresa de su core.
- Los datos hay que analizarlos. De nada nos sirve que implementemos herramientas de gestión y mejora de procesos si no las usamos para el análisis y uso de los datos para la mejor toma de decisiones de la empresa.
- Asignar un responsable de proyecto. Debe haber una o varias personas, dependiendo del plan de transformación diseñado, que se encarguen de liderar la implementación del mismo y su seguimiento.
- Involucrar al cliente en el proceso. Un 56% de las pymes que han participado en la digitalización afirma que pueden ofrecer una atención mucho más eficaz y cubrir mejor las necesidades de sus clientes, gracias a la mejora de la personalización y la omnicanalidad que otorga la tecnología, tanto en mercados nacionales como internacionales.